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Muchos fieles que sienten la atracción por la Cruz de Caravaca y que se convierten en clientes de nuestra tienda online Cruzdecaravaca.com porque nos compran una o varias Cruces de Caravaca en nuestra tienda online nos preguntan por su significado o por aspectos concretos de la atractiva historia que rodea siempre a la Cruz de Caravaca. Le contestamos encantados, y para todos quienes quieren saber de forma rápida más sobre todo lo que concierne a la Cruz de Caravaca le hacemos hacemos a continuación un breve y completo resumen.
La Cruz de Caravaca es una Cruz de doble brazo reconocida por la Iglesia católica y romana, que se venera y da culto en su basílica que está en el interior del castillo de Caravaca de la Cruz, la ciudad a la que se dan nombre recíprocamente, que está en la Región de Murcia, en el sureste de España.
La Cruz de Caravaca, tiene concedido el título de Santísima y Vera Cruz, en alusión al reconocimiento de verdadera Cruz de Cristo que le confiere la Iglesia Católica y por tanto como reliquia está dotada de un sentido de excepcionalidad por haber estado en contacto físico con el cuerpo de Cristo crucificado. Recibe el Culto de Latría por reconocimiento oficial del vaticano desde el siglo XVIII. La Cruz de Caravaca está dotada de un carácter de universalidad real motivado por un triple aspecto. Por un lado en su aspecto histórico, su aspecto artístico y por último y mas importante aún en su aspecto devocional o religioso, que tras siglos de historia culminó con la concesión de Años Santo a perpetuidad cada siete años concedido por San Juan Pablo II siendo Papa.
Por su carácter histórico la Cruz de Caravaca es una cruz de origen medieval oriental y patriarcal. Ahí encontramos el significado del doble brazo de la Cruz de Caravaca, pues la tradición lo sitúa como la Cruz pectoral del patriarca Roberto de Jerusalén, en el siglo XIII. Desde Jerusalén hasta Caravaca, encontramos a la Cruz de Caravaca como una reliquia protectora en tierra de frontera con los musulmanes, a cargo y guarda de los Templarios, moradores del castillo fortaleza y que dirigen a través de su bailía todas las tierras y gentes de la comarca de Caravaca, y desde ahí arranca una larga historia de casi ocho siglos de milagros, acontecimientos, culto, visitas a la Vera Cruz de Caravaca, la expansión de su culto en Europa y América por las órdenes religiosas. Bulas papales y Años Jubilares en torno a la Cruz de Caravaca conforman una sucensión de hechos dignos de estudio.
Por su carácter artístico, la Cruz de Caravaca, forma parte de la identidad local desde su inicio por su representación en el escudo de la ciudad, en el rico ajuar litúrgico de plata de la Cruz de Caravaca que se sigue usando o en las reproducciones de la Cruz de Caravaca de plata que se siguen fundiendo hasta hoy, Cruces de Caravaca de oro, o cruces de Caravaca de tormentas. Todas estas Cruces de Caravaca terminan sobre el pecho de las personas creyentes, bendiciendo y protegiendo sus casas y sus vidas.
La Cruz de Caravaca ha sido siempre objeto de plateros, orfebres, ebanistas y pintores que han puesto la reliquia en cerámica, piedra, joyas, cuadros. etc... Los escritores, historiadores y teólogos han plasmado los distintos aspectos de la reliquia en los libros de la Cruz de Caravaca de oraciones u otra índole.
Por su carácter religioso, la Cruz de Caravaca es un Lignum Crucis y por tanto una reliquia del leño de madera donde murió Jesucristo. La madera sagrada está recubierta de un relicario que es el aspecto exterior que vemos actualmente. La Cruz de Caravaca siempre fue custodiada y guardada dentro de los muros del castillo. Allí, en su capilla se venera y se puede besar cuando el sacerdote la da a adorar. Dos veces al año, en las festividades de mayo, el dia 5 y en Septiembre el 14 bendice a la población desde los 4 puntos cardinales, como también lo hace desde la capilla de los conjunros cada año, en donde se bendice la naturaleza.
La presencia de la Cruz de Caravaca durante casi 8 siglos ha originado hasta once ritos en torno a la reliquia, del que destaca el más antiguo, el de la bendición del agua por la Cruz de Caravaca, que tiene lugar cada día 3 de mayo por la tarde, día de la Invención de la Santa Cruz, como acto central de las fiestas de la Cruz de Caravaca que se celebran siempre del 1 al 5 de mayo en la ciudad de la Cruz
Especial mención merece el hecho de que numerosas órdenes religiosas fundaran casa en la ciudad de Caravaca de la Cruz: así ocurrió con Jerónimos, Claretianos, Franciscanos o Jesuitas, y especialmente destacan las fundaciones directas de las dos ramas Carmelitanas, la de San Juan de la Cruz para los hombres que visitó y vivió en Caravaca en varias ocasiones y la de Santa Teresa de Jesús para las mujeres, quien fundó convento en la ciudad y estuvo ligada a la Cruz de Caravaca, incluso en su lecho de muerte, entre sus manos, tenia una Cruz de Caravaca que se conserva actualmente en el convento Carmelita de Bruselas.